Páginas

sábado, 16 de julio de 2011

Sin aliento

''Hacía tanto tiempo que no me daba el viento en la cara, eso era lo que quería, volver a sentirme vivo, volver a respirar y correr, sudar, ver con mis ojos que todo era colorido una vez mas, que no sabia como, pero estaba vivo, había regresado a caminar otra vez al lado de todos. Todo tan confuso a la vez de exitante, sentia cada parte de mi cuerpo, no podia recordar el por qué, pero yo habia muerto, me sentía feliz, como si fuese una nueva oportunidad, para vivir, para respirar, para hacer el amor. Sufría de amnesia, no sabía si los recuerdos que tenía eran de ayer o de muchos años atrás, todo enredado como siempre fué mi vida, llena de sobresaltos y penas, dolores y dramas, como todos en su vida, lo unico que me extrañaba era el no poder pronunciar, lo intenté muchas veces, pero no salian palabras de mi boca, estaba sin aliento, estaba helado y sin querer me di cuenta de algo, que mi corazón no latía más, asustado caminé en busca de mi casa, ya que estaba en una especie de plaza, donde podía sentir el viento tan fuerte como muerto mi corazón. Corría por las oscuras calles, muerto de miedo literalmente, y sentía que me seguian, especies de sombras, a la vez que sentía que no podía avanzar, corría en vano, y las sombras cada vez estaban mas cerca, no podía dejar que me atraparan, moví mis piernas tan rapido que quize gritar de dolor, y pegué un alarido, grité tan fuerte que todos pudieron oirme esa noche, no se si muerto o medio muerto y las sombras se debilitaron, haciendose mas pequeñas y mas lentas. No podía creerlo, estaba en frente de mi hogar. donde recordaba que vivía, una casa un tanto fría en la que pasaban eventos extraños y un tanto paranormales, jalé la manilla y la puerta estaba abierta, me acordé de mis hermanos y de mis padres, a los que tanto quería, a mis mascotas y las horas de juegos con ellos, sentí nostalgia y rodaron dos gotas gemelas de mis ojos, pero no sentía la angustia que deberia sentir, solo eran lagrimas, sin sentimientos. Caminé por la habitación que tantas risas tenía guardada, la sala de estar, donde el mayor del tiempo estabamos, tantos cumpleaños, tantas peleas y tantos tristes momentos, me hacian devolver el dolor en mi vientre, siendo cada vez mas humano. Intenté tocar la perilla de la habitación de mis padres, pero no podía tocarla, era intangible, lo debo haber intentado unos veinte minutos hasta que me di por vencido, así que iría a mi pieza, caminé y vi por el ventanal el patio, igual que siempre, sin ninguna gracia, paso a paso pasé por la cocina, me percaté que no estaba la comida de los gatos ni el agua de ellos, todo estaba ordenado, limpio, avanzé rápido, ya que siempre la cocina me dió un tanto de miedo. Crucé por el pasillo, el baño estaba cerrado, lo mismo que con la pieza de mis padres, asi que solo quedaba una puerta, mi habitación, asi que sin más toqué la puerte y se deslizó hacia atrás, había un brillo cegador, un resplandor tan blanco que me hacia cerrar los ojos, con los que siempre sufría con el sol, al ser delicados. Sin aliento caminé dentro de la habitación y ahí, en ese momento, todo comenzó.''

No hay comentarios:

Publicar un comentario