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martes, 18 de octubre de 2011

Sin Aliento: El ojo invisible

Alex tenía una cara tan linda que parecía un ángel, sentía su sonrisa en mi sonrisa, sus extremidades se estremecieron y sus ojos colo esmeralda despertaron al rato de oir la voz de su madre diciendo: Amor se te hace tarde para las clases con el tutor, la cual estaba al otro lado de la puerta, a lo que el pequeño respondió: Ya mamá. El jovencito notablemente había cambiado de la noche a la mañana, ya no hacía lo que un adolescente normal hace, descubriendo su cuerpo, tocándose, cosas así, parecía que el no lo volvería hacer por que me encontraba yo dentro de el, se había vuelto un poco inocente, creía yo. Alex se levantó, se limpió los ojos y se paro en frente del espejo y sonrió, pensando en que yo le diría algo, pero por extrañas circunstancias yo no pude, cada vez que el despertaba, yo me sentía debilitado y no podía comunicarme, por mas que lo intentase, al cabo de un momento el pareció encontrar la explicación del por qué yo no le podía hablar, miró bien sus ojos y estaban verdes, mas verdes que nunca, y creo yo, que por un momento el se acordó de lo que habíamos soñado, el enrojeció y cerró sus ojos y dijo: Isaac, ¿que es esto? y yo sin poder responderle, pasó la vergüenza y salió de la habitación directo al baño, se quitó la ropa y dio el agua de la ducha, reguló la temperatura y sin decir ni una palabra se comenzó a duchar. Alex tenía un cuerpo tan lindo, era tan puro, una piel tan blanca que sus manos lavaban, ninguna imperfección. Luego de un momento en la ducha pude decirle algo que hizo que enrojeciera -eres tan lindo- dije a lo que respondió: Tonto!. deja bañarme en paz. Bueno pequeño, le respondí a lo que el siguió lavándose las piernas y de pronto empezaba a subir, yo obviamente sentí una agitación, el también, estábamos comenzando a estar excitados y lentamente comenzó a deslizar su mano sobre su miembro, yo gemí por el y Alex se sonrojó otra vez, comenzó a masturbarse y su pequeñez ya no era tan pequeña. Yo no dije nada, me quedé completamente callado, el sabia que yo también podia sentir a travez de su cuerpo, pensé en ese momento, así que el siguió hasta terminar. De pronto alguien golpeaba la puerta del baño, era Tatiana que le decía a Alex que se apurara, que tenía el desayuno servido, a lo que Alex terminó de sacarse el jabón del cuerpo y salirse de la ducha. Eran las 8 de la mañana y el pequeño de ojos esmeralda no había mencionado ninguna palabra de lo sucedido en la ducha, le avergonzaba, se terminaba de vestir con unos jeans negros, luego se miró al espejo, todavía tímidamente y notó que tenía un ojo café, Alex se preocupó, supuse que no querían que lo vieran así, así que se puso a buscar algo dentro de su armario, un parche de pirata de color rojo. Pensó que se veía lindo, yo ridículo, se lo harían sacar y así pasó, se dirigió al comedor para desayunar y Tatiana le preguntó: ¿Por qué usas eso? Alex dijo: No, solo por diversión. Tatiana estrictamente le dijo: No son horas de jugar. Le quitó el parche y Alex cerró el ojo, pensando que nadie podía verselo así, que que dirían, que lo llevarían al doctor y quizás que otras cosas mas. La hermosa dame de cabellera platinada le hizo abrir el ojo, empezando a preocuparse ya que el pequeño no abria una de sus esmeraldas. Hasta que al fin el no pudo explicar que ocurría y abrío su ojo, Tatiana lo vió y le dijo: Eres tonto, me preocupaste por nada, ahora vamos, tienes que desayunar. Alex quedó confundido, quizás se le había vuelto verde el ojo otra vez, así que con una cuchara de plata se miró, pero ahí estaba, su ojo derecho era completamente café, no había duda de dos cosas, que su madre no se percató no se porqué y que ese ojo era de Isaac, el huésped, asi que una vez mas pudo confirmar mi existencia, Alex sonrió, todo lo que pasara con el y yo, sería nuestro secreto. El joven se sentó y comenzó a comer lo que había en la mesa, de Claude ni preguntó, seguramente había salido a ver su empresa Liesselote, la que hace un tiempo no veía y Tatiana, estaba acompañando a su pequeño hijo en el desayuno. Al termino Alex se fué corriendo a su habitación, Tatiana alcanzó a decirle que se alistara con sus cosas, que Arcain Marcus, su tutor, llegaría en unos minutos, Alex se encerró en su habitación y se acostó en su cama, todo lo que queria era dormir para encontrarme, creo, por eso cerraba los ojos tan fuertemente, todo se puso de blanco, Alex o yo comenzábamos a soñar o eso es lo que pensé.

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