mis manos apenas responden a mis ordenes
mis ojos están tristes, secos y sin lágrimas
el corazón se contrae con dolor indeseable
mi boca tiene una amarga saliva que trago
lleno de incertidumbres y de pesares
llena de angustias y lamentaciones
mi existir no es existir es soñar
pesadillas sombrías sin sentimientos
fría oscuridad que anhela poseerme
nieve negra que cae en la acera
monotonía que no se recordará
sentimientos que ya no son sentimientos
es una carga que nunca se acaba
destino que siempre llega y nunca termina.