Si, ese día en que te ví por primera vez
mis ojos se perdieron en tu mirada.
Cada gesto, cada palabra me iluminaba,
no sentía nada mejor que esa sensación.
Esa tarde me hablaste, a pesar de mi
la rara acctitud, mi mundo perdido.
Mi extraña persepción de la vida
y tu contagioso sentido del humor.
Por momentos pensé, ''el tiene suerte
tiene a alguien que le ame y le haga feliz''
y una sonrisa creció en mi rostro,
perdiendose de la realidad actual.
Solo espero algún día corresponder
a eso que siento, a esa sensación
pero solo se que cuando estoy cerca tuyo
me abruma tu presencia, perdiendose mi ser.
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